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Durante el proceso de diseño de este modelo, estuvieron implicados directamente velocistas del equipo de atletismo del I.P.N., principalmente para determinar la fuerza de arrastre suficiente para entrenamiento de velocidad máxima, y en base a eso el tamaño adecuado del modelo final.



En principio, los prototipos fueron probados al interior de un gimnasio, donde las condiciones ambientales son muy estables, es decir, sin ráfagas de viento repentinas. Como se esperaba, el diseño fue perfectamente estable bajo estas condiciones de operación. Posteriormente el prototipo final fue probado en pista, manteniendo una estabilidad muy superior comparada con otros parafrenos comerciales.​​​